Soy Eduardo Infante,

filósofo y escritor. Autor de libros como Filosofía en la calle y Ética en la calle. Mi vocación es convertir la filosofía en una herramienta para pensar críticamente el presente, acercarla a la vida real y hacerla comprensible sin caer en superficialidades.

He aprendido más conversando en un bar que en muchos congresos, y creo que un filósofo no debería aspirar a parecer profundo, sino a ser claro. Esa claridad me ha llevado a las aulas, a los medios, y a las redes, donde comparto reflexiones que parten de la vida cotidiana. Porque para mí, filosofar es eso: pensar la vida y vivir el pensamiento.

Entiendo la filosofía no como un monólogo solemne, sino como un diálogo vivo. Por eso practico el método socrático allá donde voy: en un instituto, en un café, en una cárcel, en una empresa, en un ayuntamiento o en una biblioteca pública. La filosofía cobra sentido cuando se convierte en conversación, cuando interpela, incomoda y nos obliga a repensar nuestras certezas. Hacer ética aplicada es poner el pensamiento en juego allí donde la vida nos pone a prueba.